Ayer se cumplieron 25 años de la desaparición de Freddie Mercury (me gusta mucho decirle Fede Mercurio); escribir sobre su voz, o lo que Queen era como banda sería caer en la redundancia de 900 millones de artículos que hablan sobre su voz y/o sobre Queen. Son buenos, son muy buenos, si me preguntan a mi, son la mejor banda que he escuchado y si me apurás, estoy casi seguro que son la mejor banda que voy a escuchar en toda mi vida.
¿Porqué? Por que creo que el momento en el cual uno escucha por primera vez una banda o lee un libro, determina para siempre la importancia de estos en la vida de uno. En mi caso, a Queen llegué por casualidad y por contra…yo tenía 8 años, escuchaba… bah, no recuerdo que escuchaba, creo que no escuchaba nada para ser sincero; en ese momento mi hermano mas grande, Sebastian, ayudaba en el puerto de Astilleros a rescatar lo que quedaba de un yate que se había hundido en la tormenta y que se encontraba amarrado.
Podría decir que en una tarde soleada de verano mi hermano se acercó a mí y revolviendo mis pelos me ofreció escuchar Queen, pero la verdad es que no me acuerdo el día, ni como estaba el tiempo, capaz llovía, capaz no, pero sí es cierto que mi hermano se arrimó a mi y me tiro un cassette negro (para los mas chicos, un cassette es un rectángulo de plástico con una cinta adentro que contenía música y que te demandaba, una paciencia barbara para retroceder un tema, ni te digo si se te daba vuelta la cinta…ahí necesitabas un doctorado en filosofia Zen para que volviera a andar) que decía a Night at the Opera. Sebastián hizo un comentario despectivo sobre la sexualididad de Mercury, el cual a esa instancia, si bien no era oficial, se le caía de cada gesto que hacía en el escenario que muy masculino no era y agregando que era una banda de mierda me preguntó si quería el cassette. Simple, cero romanticismo, lo puse para escuchar y despues de «you suck my blood like a leech» supe que lo iba a escuchar toda mi vida. Veinticinco años después, la predicción aún se cumple.
Yo soy un acérrimo detractor del destino, no porque no crea en él, sino porque me da miedo creer en él. Imaginaté que existe, por dos segundos pensá que lo que estas haciendo ahora esta pres-digitado, lo que estás haciendo en estos precisos momentos está escrito en algún lado…que estas haciendo?, trabajando aburrido?, que tal haciendo deporte?, o perdiendo el tiempo escribiendo unas palabras?, no importa, no sos vos el que lo decidió, otra persona, otro «algo» dijo: «25 de Noviembre a las 11:28 vas a estar escribiendo sobre mí y diciendo que yo te pres-digité todo lo que vas a escribir». Fuck, si eso no te da miedo…
Sin embargo, hace unas semanas atrás leía el libro donde recopila muchas entrevistas realizadas al Fede y no podía dejar de pensar que hay gente destinada a ser grande, enorme, en sus palabras, una leyenda. El loco dijo que «no seré una estrella de rock, seré una leyenda», clin caja. Predijo «No me importa morir mañana. He vivido, en toda la extensión de la palabra», 2 a 0, se lo llevaron a los 45, pero viviendo mas que 100 vidas mías. Hay algo raro…
Y esto me lleva a pensar lo siguiente, qué prefiero, vivir 70 años a velocidad crucero o 45 a toda vela?…la respuesta es casi obvia, elegí el primer camino…ja…elegí?