Creo que alguna vez lo mencioné, pero por las dudas…tengo 35 años, me gustaría decir que parezco menos, pero lamentablemente…no.
De pequeño estaba familiarizado con los disquette (supe tener la Mortal Kombat, para cuya instalación era necesario 46 diskettes, en una PC que era una babosa), con el Family Game (mi familia nunca tuvo el poder adquisitivo como para comprar una Nintendo…así qué teníamos un cartucho con 400 juegos que eran 4 repetidos hasta el hartazgo), con los cassette y el arte perdido de rebobinar la cinta con una birome BIC, arte que ponía a prueba tu paciencia; crecí viendo He-Man y la muy cuestionable She-Ra, la cancha interminable de los Supercampeones, las peleas mitológicas de los Caballeros del Zodiaco, jugaba a la troya con las bolitas (canicas) y el que rompía pagaba, jugaba al ladrón y policía en el recreo, a la tapadita con las figuritas, llegué a probar los chicles «puaj» (se llamaban así increíblemente pero por su onomatopeya se imaginarán que muy ricos no eran), en mi infancia me sentía Bill Gate porque mi madre me habia enviado a un curso de Lotus (era una tortuguita en la pantalla que tras intricadas combinaciones, lograbas que se moviera un casillero para el costado), soy de la generación del Walkman…en fin..entienden la idea, crecí en un mundo distinto al que hoy crecen.
No es queja, que «nadie rebaje a lagrima o reproche» lo anteriormente expuesto, sigo creyendo que una infancia mejor, no me podria haber tocado. Sin perjuicio de lo anterior, recientemente, y dado a un uso desmedido de mi ocio, encontré algo que hubiera deseado tener en mi adolescencia…Instagram.
No soy muy fanático de Facebook, no se porque, jamás me entretuvo mucho la idea de hacer pública mi vida, o inclusive de enterarme mucho de la de los demás…no por arrogancia, sino mas bien por vergüenza y discreción. Su vida es su vida señor y debería cuidarla como tal, no publicarla…es mi idea, debo estar equivocado.
Ustedes se preguntarán…qué diferencia existe con aquellas personas que utilizan Instagram de la misma forma…mi respuesta será…ninguna. Peeeeeeeeeeero, si encontré un pequeño oasis donde me siento cómodo, donde realmente entro y veo gente que postea cosas muy interesantes sobre algo que yo soy muy obsesivo…libros.
La comunidad desarrollada en torno del concepto de bookstagram me parece fantástica, me siento entrar a una librería infinita, de anaqueles interminables, de lenguas incomprensibles, donde gente sin edad y sin tierra comparte el simple hecho de lo fantástico de leer.
Debo reconocerlo, yo soy por naturaleza vergonzoso, y evaluar la posibilidad de subirme a ese tren me pareció…rara. La idea de compartir mis gustos literarios, mis opiniones, mis ideas, mis falencias como lector, aprender de los aciertos literarios de otros, darme cuenta que mucho de mis autores favoritos no son ni remotamente leídos por nuevas generaciones y aceptar que no solo es razonable, sino esperable…no se, como dije…rara…peeeeeeeeeeeeeeeeero, encontrándome en el anden 9 3/4 y siendo las 15:53 de la tarde, ahí viene mi tren a Hogwarts…chuuu chuuu.
Besitoooos y si quieren y tienen ganas les dejo mi pedacito de biblioteca: @ofbooksandsounds
Yo siempre fui anti tecnología, por años critique(es un decir) a mis amigos por perder su tiempo en redes sociales y ahora tengo Facebook, instagram y blog jajaja, y aunque hay muchas cosas absurdas y sin propósito en todos estos medios tal y como expresaste también existe esta pequeña comunidad donde puedes hablar con otras personas con gustos tan afines como los tuyos o que te abren las puertas a diferentes lecturas y eso en definitiva es algo positivo, evaluando creo que me ha traído más cosas positivas que negativas Bookstagram. Por cierto, he leído varias de tus entradas y enserio si te compro un libro. Saludos!
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Muchas gracias por el comentario final y comparto el inicial… Ha sido un descubrir de puertas y muchas de ellas… Abiertas.
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