¿Alguna vez tuvieron esa sensación de que el mundo que se les abre delante al concluir un libro es inabarcable?, esa sensación de estar al borde de descubrir el enigma, podes paladearlo, lo sentís en los dedos, en la cabeza, y sin embargo, parece escaparse?
El tercer Reich de Roberto Bolaño es este tipo de lectura.
La historia es narrada como un diario de puño de nuestro personaje principal, Udo Berger – campeón alemán del juego de mesa El Tercer Reich, juego ambientado en la Segunda Guerra Mundial – quien retorna a Cataluña a pasar sus vacaciones con su novia Ingeborg al mismo lugar donde vacacionaba de pequeño con sus padres.
La novela comienza con un ambiente turístico, liviano, las páginas se suceden entre salidas nocturnas y tragos en la playa, hasta que conocen a otra pareja alemana, Charly y Hanna. La historia continúa, pero el lector va percibiendo un cambio de ambiente a medida que nuestros personajes se sumergen a través de una España alejada del circuito turístico.
Los personajes secundarios van sucediéndose, y entran en escena Lobo y Cordero, lugareños, nocturnos, caras de inocencia, vicios voraces. La elección de sus nombres distan del azar. Frau Else, dueña del hotel donde se hospeda, hermosa, intrigante, esquiva. Finalmente el Quemado, taciturno, misterioso, me atrevería a decir que un hombre quebrado por dentro, lo cual se refleja en su apariencia.
La novela comienza a volverse aprensiva, la tensión de la historia crece casi sin darnos cuentas, y empezamos a especular sobre cuál será el punto de fuga. La obsesión de nuestro personaje crece, su obsesión por el juego de mesa comienza a tomar parte de la vida real, se transmuta lo ficticio en lo real, la historia se desarrolla en una calma exasperante que conduce a un terror palpable. Por momentos los personajes me recordaron al relato breve Un día perfecto para el pez banana de J.D. Salinger.
Me gustaría saber con certeza el alcance de esta historia, como dije al principio, sigo pensando, es una novela que no deja de darme vueltas en la cabeza, estoy seguro que habla de nazismo y de opresión, sospecho que habla de derrotas y vencidos, y de cómo con un rodar de dados todo puede cambiar, sospecho que habla de literatura, sospecho que habla de la tragedia humana, de obsesión, ojala hablé también de segundas oportunidades y redención.
Algo puedo decirles con plena certeza y es que es una novela importante para leer, una novela que tomo como invitación a sumergirme, en las que parecen ser, las profundas aguas del mundo de Roberto Bolaño.