A todos los que nos gusta la música anhelamos callados morir a los 27 añitos de una sobredosis, creo que en eso podemos coincidir. Lo triste es que después llegan los 28, y empezás a estudiar, trabajar o no sé, y como que se te va pasando. A mí, a mí me dio por la carpintería, era el negocio familiar y bueno, tuve que agarrarlo, un poco porque me gustaba, un poco porque mi viejo lo esperaba, este viejo.
No sé porque estoy pensando en esto ahora, debe ser porque necesito olvidarme de todo este peso que tengo encima. Como les decía, por un tiempo lo de la carpintería anduvo bien, después me aburrí y me rebelé y me termine yendo de mochilero; lindo la verdad, conversabas con un montón de gente, hice amigos, me gustaba, siempre al aire libre, aprendí a pescar, todos los días un paisaje distinto, yo que sé, estaba lindo. Ahora, sí me hubieran contado en que terminaba, no agarraba viaje ni en pedo, me quedaba haciendo sillas y mesas por el resto de la eternidad, cuando se dignaron a decirme ya estaba hasta las manos. A eso se le llama asimetría de información.
Comentario aparte; como odio los caminos estos, llenos de mierda de vaca , me resbalo cada dos pasos, limpiáme el camino por lo menos, me haces llevar esto arriba y no podes, por lo menos, limpiarme el camino, ya no te alcanza con que me caguen a escupitajos, tenes que dejarme caminar entre la bosta…en fin, no saben lo que hacen.
Lo de la música lo sé, porque mi viejo lo sabe, Janis, Kurt, Jim, todos loquitos que cambiaron el mundo, algo que me hubiera gustado hacer, quien te dice…él dice que todo esto no es al pedo, el otro viejo.
Yo hoy tengo 33 años, se me pasaron algunos de esos 27, una cagada, pero no anduve tan lejos, casi casi. Ojo, igual dicen que no se acaba acá, la agenda marca que vuelvo en 3 días por acá, quien te dice…
Los tengo que ir dejando porque ya casi llego; cuanta gente que hay, ahí está el milico con el palo ese y el otro tiene los clavos en la mano, mi vieja anda por ahí también; debo confesar que estoy un poco cagado, pero bueno, dicen que In God We Trust.
Nos vemos en tres días, si el viejo quiere, el otro viejo. Amén.